Dolor insaciable...

Y ahí está, delante de tus narices. La maldita imagen que llevas semanas deseando que no aparezca, sin quitartelo de la cabeza día tras día, acojonada a que todos los rumores fueran ciertos.
Pero ahí está, justo en ese momento en el que tu mente asimila lo que ve, mientras los latidos de tu corazón acometen su bombardeo con fuerza, y tu respiración empieza a acelerarse con brusquedad. 
Ese instante en el que tus ojos comienzan a llenarse de lágrimas y caer una detrás de otra sin consuelo alguno.
Esos minutos de pánico al ver aquello que tanto miedo tenías a que ocurriera, y ahora lo estás corroborando con tus propios ojos.
La decepción y la tristeza que invaden tu cuerpo, tu alma y tu vida. De tal manera, que jurarías haber escuchado el estruendo crujido de tu corazón, partiéndose en mil pedazos.
El angustioso momento de dolor insaciable.