Juro, que lo tuve todo.

Juro, que lo tuve todo.
Ella era PERFECTA, lo admito.
Guapa, simpática, educada, inteligente y buena persona.
Me quería, y joder si me quería.
Y yo a ella, aunque no tanto como imaginaba.
Lo tenía todo, absolutamente todo.
Ni siquiera cuando se enfadaba era capaz de hablarme mal.
Siempre buscaba la mejor manera de arreglar nuestras disputas.
Accedía a todo lo que yo quería por hacerme feliz.
Estaba atenta a todo, y a toda mi familia.
Trabajaba y luchaba por sus sueños.
Al igual que siempre apoyaba los míos.
Cualquier persona en su sano juicio nunca hubiera dejado todo atrás.
Quién se hubiera puesto por un momento en mi pellejo me trataría de loco e inconsciente.
A veces pensaba que me estaba volviendo un egoísta, siempre quería más de lo que podía tener.
Que fijarme en otra mujer teniendo a la perfecta al lado era de ser un auténtico necio.
O que no era lo bastante hombre para tanta mujer, yo que sé.
Pero no, no era mi culpa. Ni mucho menos era de ella.
Porque era la mejor en todo.
Pero no era lo mejor para mí.
No era lo que necesitaba.

¿Y que es lo que necesitaba?
Hasta que no te encontré no lo supe.

Necesitaba lo que siempre había odiado.
Todo aquello que dije una y mil veces que no quería en mi vida.
Necesitaba una puta loca.
Que me volviera loco con ella.
Que me retara ante cualquier disputa.
Que si se enfada conmigo me mandara a la mierda.
Ese maldito carácter que me enloquece.
Que me follara mirándome a los ojos fijamente.
Con esos ojazos verdes que no soy capaz de dejar de mirar.
Necesitaba a alguien que fuera capaz de odiarme y amarme.
Que sacara lo peor y lo mejor de mi al mismo tiempo.
Que me volviera loco hasta la saciedad.
La necesitaba a ella.
Con su sonrisa perfecta siempre en la cara, sus ganas de comerse el mundo de un solo bocado.
Su gran transparencia ante todo y todos.
Esa fuerte personalidad inquebrantable. 
Nadie ha podido ni puede con ella, ni si quiera yo seré capaz de hacerlo algún día.
Eso es lo que más me gusta de ella, no hay quien pise su sombra. 
Lleva todo el mundo bajo sus pies y lo sabe.
Necesitaba a alguien que me demostrara que la felicidad de verdad existe.
Cuando estás con la persona adecuada, todo suma.
Por eso necesitaba con quien ser siempre un equipo.
Porque eso es lo que somos, el mejor equipo de fútbol. 
Tú del Real Madrid y yo del Barça, como no. 
Siempre llevándome la contraria.
Siempre volviéndome loco, y ella loca conmigo.