Que difíciles somos.
La mayoría de las veces ponemos el punto de mira en la dirección equivocada.
Podemos tener lo mejor del mundo delante nuestra que nosotros nos empeñamos en mirar hacia atrás.
Podemos tener la oportunidad de nuestra vida abriendo la puerta pero nosotros nos dedicamos a cerrarla.
Podemos tener a la persona correcta a la izquierda y nosotros solo miramos al de la derecha.
No pensamos, solo nos fijamos en lo que nos gusta, pero no nos paramos a pensar verdaderamente lo que nos conviene, la decisión correcta. Nos bloqueamos mentalmente siguiendo un mismo patrón aunque te salga mal una y otra vez, y no nos damos cuenta que tenemos que cambiarlo.
Siempre nos gustará lo malo, lo difícil, lo erróneo y lo que nos hace daño. Somos así de humanos.