Empieza la presión en el pecho y aumenta la aceleración de mi ritmo cardíaco.
Sientes como tus músculos empiezan a tensarse unos contra otros, tu cuerpo entero se estremece.
La salivación desaparece totalmente de tu boca, dejándotela la lengua pegada al suelo.
Directamente todo tu cuerpo en sí se paraliza, no reacciona.
Y no sabes cómo responder, porque tu mente se nubla por completo...
¿Qué me está pasando? te preguntas.
Que ahí estás tú, en la acera de enfrente. Y yo sintiéndome tan pequeña, y tan acojonada de lo que me haces sentir, que no sé si saludarte... o hacer como que no te he visto.
By Chica del desorden.