Hasta que un día, sin darte cuenta, alguien se acerque a ti.

Solo cerrar los ojos, imaginar que todo sigue igual. Que cuando los abras, él estará ahí, sonriendote y mirándote con esos ojos que tanto te gustan, aunque no dicen nada, darías la vida por que no dejaran de mirarte ni un segundo. La realidad no es justa, por eso cuando despiertas te das cuenta de que no es verdad, de que se ha ido y lo más probable es que no vuelva. Aunque te aferres a aquellos recuerdos, esos momentos que fueron únicos. En los que parecía que todo iba a ser eterno... eterno y mágico.
No ha pasado tanto tiempo desde que el amor te la jugó, pero él ya a conseguido pasar página y encontrar a otra persona para regalarle sus "te quiero". Lo odias, pero no, no puedes desearle nada malo, a él no. Y eso te mata por dentro. Dices que todo va genial y que lo que un día fue amor, hoy se puede quedar en amistad, pero lo único que consigues es engañarte a ti, y a él, tú sabes que cada vez que te hable, cada vez que te mire, cada vez que te sonría, un millón de recuerdos volarán a tu mente y tu corazón se volverá a romper en mil pedazos. Hasta que un día sin darte cuenta, alguien se acerque a ti rompiendo todos tus esquemas y sacándote una sonrisa con la mínima tontería