Una hora contigo, 5 minutos a tu lado, una sonrisa de apenas unos segundos.

Una hora contigo, 5 minutos a tu lado, una sonrisa de apenas unos segundos. Eso me hacía quererte cada vez más y por cada segundo que pasaba contigo mi corazón aumentaba su pulso, latía cada vez más fuerte. Sentía como se rompía poco a poco en mi pecho, y me dolía, pero tu sonrisa me calmaba, desaparecía todo lo malo.
Por cada sonrisa que me lanzabas, las mariposas aumentaban en mi estómago, y querían salir de una vez.
Por cada segundo que nos mirábamos,  los ojos se me iluminaban, puede que te dieras cuenta, no lo sé. Y cada milésima de segundo tenía más ganas de besarte, de abrazarte, de entregarme a ti. Pero me contenía. Sabía que no podía hacerlo. Te quería mucho, como algo más que amigos (el pecho que se me rompía en un fuerte y acelerado latido del corazón). Es fácil darse cuenta de todo esto, pero te quiero, y es que no me puedo controlar.