Es como cuándo lees tu libro favorito. Te encanta, y no importa las veces que lo hayas leído, o si te lo sabes de memoria, lo único que quieres es volver a leerlo. Pero no volverás a sentir lo mismo que la primera vez que lo leíste, porque ya te lo sabes, ya no estas con la intriga de saber lo que va a pasar...
O como cuándo te compras el mejor vestido que has tenido. Estas deseando ponértelo, pero caes en la cuenta de que no te lo puedes poner todos los días, que tiene que ser para ocasiones especiales. y no vas a ponerte el mismo vestido en cada ocasion especial, y al final traerán vestidos nuevos, y te acabaras aburriendo de este...
O cuando nos encaprichábamos en tener un juguete. Nos moríamos de ganas por estrenarlo, por jugar con él, pero de tanto usarlo se acaba estropeando, y al final optas por un juguete mejor...
Todo es como en el "amor" estás deseando estar con esa persona, haces de todo por conseguirla, y cuando la tienes eres la persona más feliz del mundo, estas deseando estar a su lado, estas deseando rozar sus labios, sentir su calor, tener su olor, te mueres por él. Pero van pasando los días y siempre lo mismo... y de repente te llega otra persona y te da lo que te falta de él. Así que al final acabas dejándolo como todo.