Al final todos somos globos en un mundo de alfileres.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero después de todo yo ya la he perdido por completo.
Sé que todo el mundo tiene sus fallos, al fin y al cabo nadie es perfecto, todos cometemos errores; no nacimos con un libro de instrucciones bajo el brazo. Pero en momentos así, una ya no sabe ni que pensar. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, por muy mal que lo haya echo. Al final todos somos globos en un mundo lleno de alfilares, en el que es imposible mantenerse estable. Y por mucho que pidas una segunda oportunidad, ya no te la dan. Ahora sólo queda mirar hacia delante e intentar arreglar las cosas. Los problemas solo son problemas si no tienen solución, y alguien en esta vida me dijo que el único problema que no tiene solución es la muerte.