No hay que rendirse, hay que luchar hasta el final.

Cada día que pasa te das cuenta de como son las personas realmente, de como es la vida en realidad, de las mierdas que tienes que aguantar día a día, la de problemas sin soluciones, la de preguntas sin respuestas, la de injusticias que te quedan.
Y hay momentos en los que te arrepientes de tus actos, en los que ojalá pudieras volver atrás... y te das cuenta demasiado tarde, cuando ya nada tiene solución. Hay veces que tienes ganas de romperlo todo, de incharte a llorar, de mandarlo todo a la mierda. Pero no hay que rendirse, hay que luchar hasta el final, tienes que demostrar lo que vales y que no te importe lo demás, solo tú, tu vida, tu felicidad, que es lo que te mereces y nada más.